LA TELEVISIÓN. INCONVENIENTES PARA EL NIÑ@

La televisión puede tener efectos negativos sobre los niños, especialmente cuando se hace un consumo por tiempo ilimitado o prolongado cada día, cuando la ven en soledad, sin que sus padres o algún otro adulto comenten o maticen lo que están viendo.
Las imágenes de violencia reiteradas repercuten negativamente en la agresividad de los niños. Esta información no sólo les convierte en más agresivos, también hace que toleren o acepten la violencia como forma de resolver sus problemas.
La vida normal de los niños no está rodeada, como aparece en la televisión, de guerras, bombas, golpes, ni muertes. Suele ser una vida normalizada de familia, amigos, colegios y deberes escolares. Los niños, incluso los más pequeños, pasan muchas horas viendo la televisión, aunque parezca que no les interesa, que no miran, esta información la están recibiendo constantemente, ya que en muchos hogares la televisión está casi siempre encendida.
No es adecuado que los niños menores de ocho años vean los diarios informativos, las noticias, ni aquellos programas en dónde la violencia aparece con frecuencia. Los niños mayores y adolescentes pueden imitar las conductas violentas, identificarse con los individuos violentos, y son conductas que puede reproducir en su ambiente.
El 'bullying' o la violencia entre iguales es un fenómeno que se expande en los colegios públicos y privados, en los hijos de familia de alto, medio o bajo nivel económico y social, posiblemente porque imitan lo que ven en las películas de la televisión.
Es aconsejable que los padres controlen no sólo los programas, también el tiempo de televisión de tus hijos, más de una o dos horas diarias es excesivo.
La televisión puede enseñar ideas erróneas de la realidad, porque aparece, por ejemplo, en películas un mundo diferente del real, quizás es un mundo inalcanzable para el niño que ve la televisión, pero no por ello menos apetecible. La posesión de artículos de lujo, coches o costumbres que parecen gratuitas, entretenidas y agradables, contagian rápidamente a los niños de cualquier sociedad.
Esto hace que los niños demanden unas condiciones de vida que favorece el consumismo. Induce la imitación en la forma de ser, hablar, vestirse o comportarse, a copiar modelos no siempre adecuados a la forma de entender por los padres el presente y el futuro de tu hijo.
Otras veces la televisión enseña un mundo imaginario no real, lleno de fantasías que confunden a los niños pequeños. Los personajes reales o los muñecos mueren y reviven, se caen y se levantan, vuelan, saltan por precipicios o pasan por el fuego sin que les afecte, los animales y los pájaros hablan y cantan, toda esta fantasía puede inhibir la creatividad de los más pequeños haciéndolos observadores pasivos.
La realidad, respecto a los anuncios de la televisión, muchos de ellos específicamente dirigidos a los niños, incluso a los de edad preescolar, son con frecuencia engañosas. Luego, cuando se reciben estos juguetes, no son o no hacen lo que decían los anuncios, creándose un sentimiento de frustración y desengaño por poseer algo diferente de lo esperado.

Los perjuicios de la televisión en los niños:
·         La televisión nunca puede sustituir las relaciones familiares, por eso durante las horas de las comidas y aquellas otras empleadas para las relaciones entre padres e hijos, la televisión debe estar apagada.
·         La televisión favorece la obesidad, no sólo porque dificulta la actividad al aire libre y el ejercicio físico, sino también porque durante este tiempo se come  más (comida suele ser basura)
·         La televisión en exceso disminuye la capacidad del lenguaje de los niños mayores, porque para que éste se desarrolle es necesario el entrenamiento que se realiza con la conversación activa, directa con los demás o mediante la lectura. La televisión no permite preguntar las dudas, solicitar repeticiones de lo escuchado, y con frecuencia el lenguaje es muy rápido y complicado.
·         La televisión contribuye al fracaso escolar. Se ha encontrado una asociación entre el rendimiento escolar y permanecer más de dos horas diarias viendo la televisión. Siempre es más cómodo y agradable sentarse pasivamente a ver la televisión que estudiar o realizar los deberes escolares.  
Recordar que la televisión es buena y mala, solo depende de cómo los padres elijan el tipo de programa, el tiempo y el momento para que su hijo se siente frente a ella.
Contenidos que inciden en la educación de los niños/as:
·         Contenidos violentos
·         Contenidos sexistas o racistas.
·         Contenidos pornográficos
·         Contenidos consumistas
·         Contenidos que tienden a la corrupción del lenguaje y atentan a las normas de respeto al otro.
·         Contenidos que violan el derecho al honor, la intimidad y la privacidad.
A pesar de la controversia sobre los efectos de riesgo existe un consenso en  los siguientes:
·         La televisión emite, con una constancia y una repetición sistemática, imágenes de violencia, mensajes consumistas y otros contenidos que se pueden considerar de riesgo.
·         La principal razón para esta sobreabundancia de contenidos de riesgo es la espectacularización. La única razón es que se hace de un modo no justificado nada más que por la maximización de la audiencia.
·         Los contenidos tienen más probabilidad de influir en niños y jóvenes que aún no hayan madurado.
·         No todos los menores y jóvenes viven en contextos que aseguren un contrapeso adecuado del potencial de los medios de comunicación
·         El creciente consumo mediático y el abuso de la televisión predisponen a que el impacto de los media sea mayor y acabe influyendo negativamente en los menores.
Con respecto al consumo infantil de televisión podemos decir que el contenido es:
·         Consumo, en gran parte, de programas de adultos. Los niños no distinguen entre televisión destinada a ellos y televisión dirigida a los adultos.
·         Consumo de canales generalistas. Aunque los canales infantiles van adquiriendo de forma progresiva mayor audiencia infantil.
La televisión resulta ser el medio más socorrido para contener y contentar a los niños, mientras los padres trabajan y sus hijos están solos o acompañados de algún adulto. De este modo la televisión cumple la función de niñera automática.
Debido a la ocupación sonora que las televisiones hacen en los espacios domésticos, los niños no sólo tienen dificultades para leer, sino para realizar los deberes escolares.
Las consecuencias que para los niños y jóvenes tienen las actitudes de los mass media:
·         La infancia se convierte en objeto habitual de campañas mediáticas organizadas. Suelen escapar del control de las familias
·         El público infantil es un target importante en la industria mediática. Así intentan ganar al consumidor desde la infancia.
·         Cada vez aumenta más la presión publicitaria sobre los menores.
Conclusión: escasez de programas de televisión para los niños.